jueves, 1 de julio de 2010

De qué hablo cuando hablo de correr

Haruki Murakami
Tusquets. Autobiografía, 230 páginas.

A la una y media de la tarde del 15 de abril de 1978, un japonés de treinta y un años, dueño de un bar pero sin profesión definida, miraba tumbado en la hierba del estado Jingu un partido de béisbol mientras tomaba una cerveza. Desde un cielo despejado algo descendió suave y silenciosamente sobre el solitario observador. En ese preciso instante se dijo: "Ya está, voy a probar a escribir una novela".

Así comenzó la carrera literaria del cautivante Haruki Murakami. Narra su epifanía en este modesto texto, una especie de memorias que gira en torno al hecho de correr, incluso hasta cien kilómetros por día. Con el talante de un Camus, Murakami confiesa: "la mayoría de lo que sé sobre la escritura lo he ido aprendiendo corriendo por la calle cada mañana de un modo natural y práctico''.

La legión de admiradores del discreto Murakami (es el escritor más vendido en Occidente pero concede poquísimas entrevistas) recibirán con expectación el volumen, pues es lo más parecido a una autobiografía que ha publicado. No se priva incluso de revelar manías. Los amantes del footing, esa pasión inhumana, se sentirán seguramente interpelados. Y el resto de los lectores podrá disfrutar no mucho: alguna poética, el vaivén entre sabiduría y perogrullada y las espléndidas metáforas. Como siempre, todo viene servido con una prosa natural, fresca y con tendencia a buscar el fundamento de las cosas.

El libro eleva el acto de correr a un ámbito que roza casi lo metafísico. Describe un doble aprendizaje, que se confunde. Establece el autor que escribir novelas largas es básicamente una labor física. Se segrega una toxina que, a la larga, termina estropeando el equilibrio entre imaginación y vitalidad. Para tratar con cosas insanas (como el arte) las personas tienen que estar lo más sanas posibles. Una frase poderosa me ha dejado cavilando: "Cabría preguntarse si es teóricamente posible que un novelista sea objeto de aprecio por parte de alguien".
Guillermo Belcore

Calificación: Regular

PD: Soy murakamiano de corazón. Pienso que merece el Premio Nobel y me he trenzado en una cordial polémica con P.Z. en defensa de su honor. Pero admito que éste no es el libro ideal para abordarlo por primera vez, a menos claro que el lector sea un apasionado del correr como mi amigo A.C.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

estimado ASTERION.
Todas las personas tenemos amores por ciertas actiuvidades.
Yo soy muy corredor, incluso más fanático que MURAKAMI.
No he leído su obra, pero al leer ésta, quede algo confundido. Ud es fanático de este muchacho.
A mi no me gustó, aunque me declaro incompetente a la hora de CRITICAR CON ILUSTRACION estas hojas.
Le digo, los corredores somos una raza especial (y especialmente rara).

Hay algo de lo que dice MURAKAMI que no me gusta......Un verdadero corredor siempre tiene un plan. un modelo estratégico para deborar kilómetros día a dia. En mi caso, yo corro TODOS LOS DIAS 10 KM en colinas (ayudado por la geográfia de mi barrio, metido en las montañas de la cordillera central de SANTIAGO).
Veo que Murakami corre sin planes, y eso....me molesta....como PROFESIONAL DEL TROTE.

Saludos.
ALEJANDRO CUCCHIARA ...desde CHILE

Guiasterion dijo...

Quizás, la banda musical de este libro podría ser "Run like Hell" http://www.youtube.com/watch?v=zRvPoCWElOc&feature=related Pink Floyd.

G.B.

m a r i e dijo...

Opino lo mismo que la posdata. Tampoco es recomendable empezar por After Dark