lunes, 1 de agosto de 2011

Utopía de un hombre que está cansado

Proyecto Diez Mil Cuentos

Argumento número tres

Utopía de un hombre que está cansado. (El libro de arena, Jorge Luis Borges, Emecé, edición 1975)


Eudoro Acevedo, profesor de letras inglesas y americanas y escritor de cuentos fantásticos, recorre "la pánica llanura interminable''. Empieza a llover, el paisaje se torna irregular. Busca abrigo en una casa baja y rectangular, cercada de árboles. Abre un hombre tan alto que casi da miedo. Entran en una larga habitación con las paredes de madera, sobre la mesa hay una clepsidra. Acevedo ensaya diversos idiomas pero no se entienden. El anfitrión responde en latín; es un hombre del porvenir. Acevedo ha viajado también en el tiempo. Dentro de miles de años, la política habrá caído en desuso, el lenguaje será un sistema de citas y cada cual deberá producir las artes y las ciencias que necesita. Se tendrá un sólo hijo (no conviene fomentar el género humano). Al cumplir cien años, la persona estará lista para enfrentarse consigo misma. Prescindirá del amor y la amistad y ejercerá alguna de las artes, la filosofía, las matemáticas o jugará un ajedrez solitario. Cuando lo desee, se matará. Abundan los crematorios que, dicen, inventó un filántropo cuyo nombre, quizás, era Adolfo Hitler.

PD: Con esa clarividencia que lo caracteriza (alguien propuso que El Aleph había anticipado Internet), Borges sentencia en este cuento magnífico que nuestra era se rige por el principio Esse est percipi (ser es ser retratado). Sólo lo publicado es verdadero. Concepto que habría llegado al paroxismo con Facebook, Twitter, los blogs y otras yerbas. Las imagenes y las palabras del ciberespacio son más reales que las personas de carne y hueso.

2 comentarios:

Andrea dijo...

Se me pone la piel de gallina, sin lugar a dudas Borges trasciende tiempo y espacio o siguiendo su teorìa su escritura es la que lo hace trascender y figurar por siempre en la representaciòn colectiva. Muy Buena entrada Guiasterion, Saludos!

Anónimo dijo...

Aluden a La Biblioteca de Babel, como el relato anticipador de internet.