jueves, 19 de julio de 2012

La caída de los dioses

David Solar

El Ateneo. Ensayo de historia, 476 páginas.

Los hombres nacen platónicos o aristotélicos, ha establecido una de las frases más ajadas de Borges. El cacumen sirve para distinguir dos nociones elementales sobre la Segunda Guerra Mundial. La visión estructural sostiene que la entidad platónica Alemania nunca podría haber derrotado al mismo tiempo a Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética. Cuestión de peso. Los eruditos de visión aristotélica no dan nada por supuesto. ¿Acaso Alejandro Magno no hizo añicos al populoso Imperio Persa con algo más de veinticinco mil hombres? Sólo la pirámide de errores que cometió el maligno Tercer Reich explican la catástrofe final. En esta segunda línea se ubica el libro del señor David Solar (Cantabria 1943), fundador de la revista La aventura de la Historia.

Solar no es un estudioso tipo Anthony Beever o un catedrático como Ian Kershow, es un periodista, divulgador de temas históricos, que entrevistó a Otto Skorzeny en 1973. Su ensayo -publicado en España hace siete años- es ameno y esclarecedor para el hombre de la calle (­¡que cada año lee menos!), aunque le resultará obvio y remanido al público experto. Incluye toneladas de datos y su autor no carece de talento para hallar una hebra singular al conflicto más visitado por la industria editorial; sin embargo, no aporta nada nuevo.

Todo fue culpa del detestable Adolf Hitler, es el latiguillo de Solar, quien a duras penas oculta su admiración por la Wermacht. Los disparates estratégicos y tácticos del Führer desquiciaron a la más formidable maquinaria militar del siglo XX. Fue un grave error no haber liquidado a los ingleses en Dunkerke, concentrarse en bombardear las ciudades británicas, demorar el asalto a Moscú, ordenar la toma de Stalingrado, atacar la saliente de Kursk, restar recursos al arma de submarinos... y así ad nauseam.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa

Calificación: Regular

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