viernes, 14 de septiembre de 2012

Sueños del hombre elefante

Juan José Burzi

Gárgola. Cuentos, 125 páginas. Edición 2012.


El primer paso es casi obvio. El arte debe suscitar un impacto. Afuera hay un lector que está solo y espera. Espera que alguien lo seduzca, lo interpele, lo conmueva, lo fuerce a pensar y a sentir. Provocar indiferencia o tedio implica haber fracasado rotundamente como escritor. Bien, Juan José Burzi (Lanus, 1976) cumple sobradamente la condición primordial. Uno no puede permanecer impasible ante esta singular colección de cuentos. Obliga a volver a mirar con atención.

La segunda cualidad que debe ser evaluada es la naturaleza del impacto. ¿Dónde golpea el texto? ¿En el intelecto, en el corazón, en el hígado? Sueños del hombre elefante es un puñetazo en el estómago, esta infestado de personas que provocan lástima o repulsión. Es muy probable que el señor Burzi haya querido definirse a sí mismo en la página setenta y siete, bajo la máscara de Meyer, el pintor que descubre la dulzura de las llamas al acabar un retrato de la modelo Misako, a quien un incendio le había quemado la mitad del cuerpo:

"... había retratado a personas deformes y singulares. Sentía atracción por lo erróneo, por las equivocaciones de la naturaleza. Todo lo que no era aceptado por el gusto de los demás, era material de trabajo. Por eso, cuando dos meses después el sueño ya era obsesión comprendió que no iba a tener más remedio que hacer algo..."

Naturalmente, resulta imposible discernir si el afán audaz de denunciar "lo frágil y lo erróneo de años de concepción estética" y reivindicar lo horripilante se trata de una certidumbre, un recurso narrativo, una pose para llamar la atención, o todo eso mezclado. Lo descubriré, supongo, en el resto de la obra de Burzi (se me hace que es un nombre que llegó para quedarse). Lo cierto es que el lector encontrará aquí una galería de truculencias: las siamesas Benn, unidas por el hígado y por el páncreas; una empleada con el rostro cubierto de malformaciones, tumores producidos por las exposición de sus padres a la radiación; una niñita sin brazos ni piernas.

Lo discutible de la propuesta, me parece, es que Burzi ha elegido el método de la exposición directa. Las descripciones de lo monstruoso son minuciosas. Por temperamento y convicción estética, este blog considerará siempre más eficaces a los procedimientos oblicuos. Decirlo todo es otra torpeza. Planteado de una forma más pedestre, diré que tengo el estómago delicado. Prefiero el erotismo suave, evocador que la pornografía pura y dura, en cualquiera de sus variantes temáticas (Además, claro, está el hecho de que las degradaciones morales siempre resultan más interesantes que las físicas).

Una lástima. Que Burzi no carece de la bendita facultad de sugerir lo prueba el cuento Intruso, a mi juicio el mejor del volumen. Recuerda a Casa tomada de Cortazar, pero aquí es un cieguito el que sufre (¿o no?) la pérfida invasión de su morada. También merece elogios Mitos y huidas, una delicada y fresca remembranza del vecindario de la infancia. Y Pripiat, una colección de postales de los tierras más contaminadas del planeta, aquellas que recibieron el vendaval deletéreo de Chernobyl. Las imágenes son contundentes. Otro de los agrados del libro es la invención del pintor Henri Faye (Ciclos de vida y muerte).

El balance, al fin y al cabo, es positivo. La saludable tendencia a la orginalidad formal y temática, la prosa correcta y sin estridencias, la invitación a meditar sobre lo grotesco y lo extraordinario se han combinado en este producto nacional para generar una intensa experiencia de lectura
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Guillermo Belcore

Calificación: Bueno

2 comentarios:

Mario Salazar dijo...

Hola Guillermo, quería invitarlo a un nuevo blog que acabo de abrir, dedicado a la literatura, recién empiezo y espero agregar varias críticas, para que comente y poder compartir de letras, lo que sabe como crítico y lector sobre todo, y en fin un poco de impresiones, espero que se anime, un poco de diálogo siempre es bueno. Gracias por si se anima. Hay poesía de Vallejo, de T.S Eliot, algunos fragmentos de dos libros que estoy leyendo, crítica de una obra de Capote. Para empezar.

Le dejo el link, está en tumblr y es fácil dejar mensaje, solo nombre y correo o si gusta se inscribe a disqus:

http://nenufaresefervescentes.tumblr.com/

Guiasterion dijo...

Estimado Mario:

Lo exploraré con sumo placer. Gracias por escribir.

G.B.