miércoles, 9 de abril de 2008

La misteriosa llama de la reina Loana


Umberto Eco­
Editorial Lumen. Novela 509 páginas. Edición 2005.

Una mañana al despertar, Giambattista Bodoni descubrió que se había convertido en un monstruoso amnésico. Extravió la memoria episódica. Es decir, recuerda ideas y costumbres, pero no sensaciones o sentimientos. Su habla se construye con citas memorables. Sabe lavarse los dientes o el día exacto en que murió Napoleón Bonaparte, pero no reconoce a sus nietos, ni siquiera el sabor del té con azúcar. A los 60 años, Yambo para los íntimos, próspero comerciante de libros raros en Milán ha perdido el alma. Se recluye en la casona rural de Solara donde transcurrió su infancia. Está desesperado. Debe recobrar una identidad.
Hasta aquí el argumento de la excéntrica y monumental novela de Umberto Eco. La crítica europea ya ha fallado: es la más personal de sus obras, pues el muy pillo ha urdido una trama para embozar una autobiografía parcial, un libro de recuerdos felices de los primeros años. Estas líneas no desmentirán la sentencia.
Medirse con Eco -usted ya sabe- implica sumergirse en una fecunda biblioteca. Sus personajes declaman, filosofan, comentan. El truco casi siempre es entretenido. El amor por la idea se superpone al hedonismo de la palabra. Tiene un singular talento para el vocablo raro y escogido: crisopeya, galipodio, lodiento, mampostor, pulicán, postemero, solejar, versuto...

En esta ocasión, el autor de El nombre de la rosa suaviza y embellece sus densas páginas con tapas de libros y revistas, marquillas, almanaques, canciones y poemas, historietas, carteles, publicidades, portadas de diarios e ilustraciones de todo tipo. Yambo y Eco se buscan a sí mismos en la cultura popular de las décadas fascistas. El lector queda formalmente invitado a la maravillosa fiesta de la nostalgia, que incluye hasta un tremendo cuento de guerra.

Guillermo Belcore

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa

CALIFICACION: Bueno

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