lunes, 13 de julio de 2009

Las fuerzas extrañas

Leopoldo Lugones­
Capital Intelectual. Cuentos, 187 páginas. Edición 2009.

La literatura argentina de anteayer es una espléndida caja de sorpresas. Treinta años antes de que Olaf Stapledon escribiera Hacedor de estrellas (acaso la mejor obra de ciencia ficción de todos los tiempos), Leopoldo Lugones (1874-1936) ya hab¡a bosquejado una singular cosmogon¡a en diez lecciones, cuyo nucleo esencial es también la sospecha de que el universo es un ser vivo en perpetua evolución. En tren de descubrir curiosidades, agreguemos que el autor de Lunario sentimental ha anticipado, asimismo, una imaginería que el cineasta indio M. Nigt Shymalan desarrolló en su sexto largometraje (El fin de los tiempos): el sistema emocional de las plantas puede crear una ponzoña fulminante e imperceptible.
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Abelardo Castillo añade a la colección Los recobrados una estupenda urdimbre de relatos fantásticos. El volumen data de 1906. Tiene toda la candidez del positivismo decimonónico. El éter -sustancia ficticia que debía ocupar los espacio vacíos- es una presencia habitual. Hay un aparato mortífero que hace perceptible los colores de la música. Una medium nos deja oir a un morador del cono de sombra de la Tierra. El esp¡ritu describe la vida inteligente que exist¡a sobre el planeta cuando la atmósfera era de fósforo.

En lo que al estilo se refiere, Lugones oscila entre la prosa poética y la aridez del naturalista. Algunos textos tienen el andar de un paquidermo: son ceremoniosos y de retórica pesada. Pero otros cautivan por su exuberancia, como las narraciones de las últimas horas de Gomorra (­¡devastada por una lluvia de cobre incadescente!) y del motín de los caballos en una ciudad tracia, texto especialmente propicio para quienes gustan de encontrar significados políticos subyacentes. Casi todos los cuentos, en suma, son eficaces. Sus equivocaciones -he aqu¡ la clave- resultan encantadoras.­
Guillermo Belcore
Publicado en los suplementos de Cultura de La Prensa y La Capital de Mar del Plata.

Calificación: Bueno

PD: Tengo el honor de presentarles a la abuela de la ciencia ficción. ¡Qué la disfruten!

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