martes, 23 de agosto de 2011

Las vacaciones de Mr. Ledbetter

Proyecto Diez Mil Cuentos

Argumento número once:

Las vacaciones de Mister Ledbetter

H.G. Wells. Doce historias y un sueño. Valdemar. 1995.

Mucha gente piensa que el señor Ledbetter es un auténtico pelmazo. Clérigo de la Iglesia Anglicana, pedagogo y jugador de ajedrez, es una de esas personas que se consideran pilares de la Inglaterra tradicional. El asunto empezó en Hightergate-on-Sea, durante las vacaciones de verano del señor Ledbetter. Después de la cena se puso a charlar con una persona locuaz que residía en la pensión donde había concurrido por consejo de sus tías. La conversación giró en torno de los viejos tiempos heroicos que, ¡ay!, se habían ido para siempre. Se envidió a los ladrones de casas, los únicos auténticos aventureros que quedan en el mundo. Más tarde, el señor Ledbetter decidió emularlos para compensar una vida muy poco azarosa. Se infiltró en una casa a oscuras por una ventana abierta en el primer piso. Robó una pastilla de jabón para demostrarse que no tenía ningún miserable temor a la ley, pero cuando se disponía a irse llegó el dueño de casa. Se escondió en el dormitorio debajo de la cama, muerto de miedo. Pronto fue descubierto y, a punta de pistola, se le obligó a cargar hasta la playa un pesado cofre repleto de monedas de oro. El cura cayó en manos de una pareja de desfalcadores. Le hablaron como se habla a alguien que lleva una vida criminal. Lo forzaron a viajar en barca hasta el Caribe. Una tripulación infame lo maltrató. Después de dos semanas, fue abandonado en una isla de las Granadinas con una moneda de oro en su bolsillo. Se las apañó para llegar a Jamaica. Suplicó ayuda a todos los pastores religiosos que pudo encontrar; no obstante, tenía un aspecto excesivamente mugriento, era muy incoherente y su historia, demasiado increíble para ellos. Un alma caritativa, finalmente, se apiadó del señor Ledbetter. ¿Hace falta decir que sus tías jamás le creyeron?

PD: ¡Cómo me he reído con este magnífico cuento!

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