sábado, 13 de agosto de 2011

Retratos y encuentros

Gay Talese
Alfaguara, Artículos periodísticos, 302 páginas. Edición 2011.

¿Qué es literatura? ¿Sólo lo que encierran las páginas de un libro? No, claro que no. Las bellas letras pueden florecer en cualquier formato: un periódico, una revista, unas hojitas mimeografiadas e, incluso, hoy en día en un blog con prisas. Este volumen ofrece una definición tan buena como cualquier otra: "literatura es el lenguaje dotado de cualidades perdurables". Literatura de primera calidad es entonces lo que ha elaborado el periodista Gay Talese (Ocean City, 1932) en The New York Times, The New Yorker o Esquire.

Talese demuestra aquí que es una de las mejores plumas del Estados Unidos contemporáneo. Tiene sensibilidad, elegancia, belleza, encanto e inteligencia. Usa recursos estilísticos que solemos asociar a los dramaturgos y a los escritores de ficción. Como los grandes pintores, convierte el retrato en un arte exquisito. Hay riqueza de vocabulario y pinceladas de humor fino. A diferencia de los escritorzuelos argentinos, Talese no muestra la desagradable propensión a glorificar lo infame o lo delincuencial. Más aun, mucho de sus textos nos llevan a la conclusión de que la vida es, al fin y al cabo, algo hermoso.

En cuanto al contenido, ‘Nueva York, ciudad de cosas inesperadas’ es la demostración cabal de que incluso de los gatos callejeros (¿sabía usted que hay tres clases de mininos?) o de los maniquíes de la Quinta Avenida pueden decirse cosas memorables. El volumen incluye semblanzas extraordinarias de triunfadores como Frank Sinatra (“un macho completamente emancipado, acaso el único de América“) o de perdedores como el púgil Floy Patterson, porque “es en la derrota donde el hombre se revela”. La descripción de Joe DiMaggio nos revela a los porteños qué es en realidad “un héroe del béisbol”. Pueden ser asimilados como cuentos hechos y derechos el encuentro en La Habana entre Muhamad Alí y Fidel Castro (a quien pinta como es, una mezcla de matón y payaso) y el desesperado intento de un sastre de Calabria para engañar a un mafioso. El lector disfrutará también la vivisección de dos publicaciones extraordinarias en lo suyo: Paris Review y Vogue, donde trabajan cada mañana, en los días hábiles, “una serie de mujeres relamidas y a prueba de arrugas, que se tratan de ’querida’ y ’encanto’ y son capaces de hablar en letra cursiva y maldecir en francés”. ¿Quién hubiera dicho que el hombrecito gris que escribe los obituarios en el NY Times fuese tan interesante.

Se considera al señor Talese como un campeón del llamado Nuevo Periodismo. Puede que también sea secretamente un precursor de esa rama de la historiografía francesa que pone el acento en las historias privadas. El prefiere definirse como “un escritor de no ficción que practica la literatura de la realidad”.

Guillermo Belcore
Una versión abreviada se publicó en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa

Calificación: Excelente

PD: Me gustó mucho la vibrante réplica que Talese hace en ’Paseando a mi cigarro’ al neopuritarismo estadounidense. Cierra con esta magnífica cita de Joyce Carol Oates: “Cuando América no está librando una guerra, el deseo puritano de castigar al prójimo tiene que desfogarse en casa"

2 comentarios:

Criticon dijo...

Hola, una consulta. Vale la pena este libro? Se consigue en argentina?
Gracias

Guiasterion dijo...

Estimado amigo:

Sí,claro,los relatos son excelentes, en mi modesta opinión. Se consigue en la Argentina.

G.B.