lunes, 25 de noviembre de 2013

American Sarmiento

Hernán Iglesias Illa

Sudamericana. Ensayo, 286 páginas. Edición 2013.

En las redes sociales, en artículos periodísticos, en un ensayo elogiado en este blog (pinche aquí), Hernán Iglesias Illa ha demostrado perspicacia, curiosidad intelectual, delicadeza, vasta cultura y una impecable sensatez. Es un polígrafo que pone lo mejor de sí en cada intervención. Puede que esa admirable seriedad sea consecuencia de su formación católica (nada supera a la Madre Iglesia para desarrollar en una persona el Superyo), por ende hace un poco de ruido la condescendencia con que mira al hombre o la mujer de fe que quiere gozar de la liturgia (página 86). Pero no exageremos. Es una mácula insignificante, una de las pocas de un ensayo informal y seductor, que aquí tratamos de recomendar.

Iglesias Illa vive desde casi una década en Nueva York. Pero es más intensamente argentino que los miles que apuñalan a la Patria, día tras día, fronteras adentro. En esta ocasión, ensaya el rescate de una figura esencial de la argentinidad (si es que ese ente platónico existe). Domingo Faustino Sarmiento es, sin dudas, una de las cinco personalidades más fascinantes de la Historia nacional. Puede que San Martín, Perón, Belgrano y Borges sean las otras cuatro. Ofrece HII al esperanzado lector argentino: “una investigación vagamente política y vagamente literaria, personal y general, plebeya y ambiciosa sobre Sarmiento y sobre Viajes, texto esencial del ilustre sanjuanino, “sin plan ni unidad pero llena de peripecias…, el primer libro de un latinoamericano sobre Estados Unidos“.

Recorre entonces el autor escenarios en Norteamericana que habían deslumbrado al prócer. Reconstruye la personalidad de un “hombre-isla desesperado por un puente“; explora “la esencia recóndita“ tanto de su personaje como de su legado escrito. Opina sobre las opiniones, en especial revisa las soluciones norteamericanas que DFS impulsó para superar el atraso argentino. Somete a crítica inteligente las ideologías y a los críticos malintencionados de DFS, incluso abre fuego contra esa esfinge roja y a menudo ilegible llamada David Viñas. ¡Bravo, Hernán! El volumen, en conjunto, nunca deja de ser estimulante, fuerza a pensar, muerde con bastante fuerza. Incluye pepitas originales, además. Comparar a Sarmiento con Marx es otro hallazgo.

Ahora, el cómo. Para emular a Sarmiento, HII decidió injertar la primera persona fastidiosa a su escritura. De hecho le habla “a sus Valentines Alsina”. Pretende que creamos -como Aira- que el capricho y la levedad rigen el todo. Nos obliga a espiar sus cuitas (¿efecto Facebook?). Como siempre ocurre en estos casos, el estilo oscila entre la frescura más agradable hasta el giro demagógico que hace chirriar los dientes y si a algo recuerda es a los programas de televisión de Jorge Lanata (“te copio esta frase de un folleto que agarré en la playa de estacionamiento“). Iglesias Illia es un ensayista formidable, ha quedado confirmado, pero las metáforas parece que no son (aún) lo suyo. Resulta curioso que un tipo espabilado como él postule esta hipótesis loca (¿hay algo más anacrónico que querer ser vanguardia literaria?):

“… Estuvo (Sarmiento) tapado durante siglo y medio de hegemonía crítica y comercial de la novela, pero ahora está listo para ser descubierto por una generación de escritores podridos de las coreografías exhaustas de la ficción realista y podridos, al mismo tiempo, de las coreografías exhaustas de la ficción experimental… …seamos ambiciosos y libres, inventemos las reglas que usaremos hoy y que destruiremos mañana, apuntemos a la luna mientras creamos, casi sin darnos cuenta, literatura en el camino…”

Dicho todo esto, aclárese que la lectura de American Sarmiento siempre es gratísima. Tiene el don HII de atrapar al lector.

En esta era del apogeo populista en la que el gesto canalla e irresponsable se combina con la compasión social, hay un escritor argentino, radicado en Estados Unidos, que decidió reivindicar a Domingo Faustino Sarmiento y al capitalismo democrático. Añade al universo un libro peleón, riquísimo en comentarios, enemigo del “partido retrógrado“. Un libro necesario, pues. Las ideas mueven al mundo.

Guillermo Belcore

Calificación: Muy bueno

PD: Iglesias Illa deja flotando en el aire la sensación de que ser sarmientino hoy es una pasión muy noble.

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