domingo, 31 de enero de 2016

La invocación y otras historias

"La excesiva preocupación por uno mismo vuelve loco a cualquiera".
M. John Harrison

“Es posible que el verdadero patrón de la vida no sea en absoluto evidente, sino que aceche debajo de la superficie de las cosas, semiescondido y sólo visible en ciertas condiciones excepcionales, y aun entonces sólo para el ojo entrenado“. La cita proviene de uno de los cuentos de Michael John Harrison (Rugby, 1945) que un sello local trajo a la Argentina para gozo de los cazadores de especies exóticas. Cuestionar los esquemas obvios del universo es una creencia que, por cierto, comparten los buenos escritores de ciencia ficción con los marxistas dogmáticos, los chiflados de las conspiraciones y algunos populistas influyentes de la Argentina.

Ese patrón borroso se manifiesta, por ejemplo, en la capacidad de un tal Lyall para producir entropía a su alrededor. ‘Cuesta abajo’ es el reino de la incidencia fortuita. Todo lo que toca la ira de este pobre diablo se desmorona, incluso un milenario sistema político o una antiquísima formación geológica. Sí. Hay ecos de las aventuras en Mulder y Scully en un relato inquietante, como casi todos los de ‘Las invocaciones y otras historias’ (Edhasa, 275 páginas).

Las curiosas tergiversaciones del mundo son la sal de una recopilación que recuerda también a Santiago Dabove: hay una mujer que se convierte en pájaro pues la biología molecular ha logrado insertar cromosomas aviarios dentro de las células cutáneas humanas (ten cuidado con lo que deseas, lector). Harrison, un narrador peculiar, revela en parte y de manera oblicua lo fantástico. Es éste el libro de las parejas misteriosas y de las obsesiones más raras aun. Aparecen ingleses insólitos, no pueden afrontar la madurez sin algún tipo de compañía.

En lo que al estilo se refiere, los textos son desparejos. No todos están bien escritos, pero se nota la ambición artística para elevar un género que solía ser visto como menor por los críticos tiquismiquis. De vez en cuando da la impresión de que Harrison es un gran adjetivador. De vez en cuando, aparecen crípticos y punzantes comentarios al margen. Y de tanto en tanto, seduce cierta poética de la degradación. El autor recrea caracteres ardientes como un niño afiebrado, con hiperestesia. O bien cultiva el miserabilísimo: personajes en proceso de descomposición avanzada o bien en estado de degradación absoluta, como ese escritor de cuarta categoría que en ‘La invocación’ se somete a un sórdido ritual para liberarse. Inglaterra la fea, otra novedad. Llegamos a lugares indescriptiblemente tristes, cubiertos de una capa grasosa de desesperanza y vejez. Es lógico, al fin y al cabo, si se piensa que el autor proviene de una gran nación decrépita, que ha dilapidado un imperio mundial.

No puede dejar de elogiarse también ‘Egnaro‘, la crónica de una obsesión destructiva (¿no lo son todas?). El capitán Ahab es aquí un vendedor de historietas que contagia su peste a un contador. Seres grises. ¿Qué es ‘Egnaro‘? "Es una país o una ciudad donde nunca estuviste; es un idioma desconocido. Al mismo tiempo es como ser cornudo o que se trame algo en su contra. Es parte del universo de hechos que nunca se revelarán del todo: una conspiración cuyo esbozo más básico, una vez visible, te irritará por siempre", leemos al comenzar el cuento que Harrison quiere que sea leído como metáfora de las mitologías occidentales (¡el maravilloso mundo de las grandes empresas!).

‘El gran dios Pan‘ es digno de mención también tanto por lo que muestra por lo que oculta. Los personajes (otro rasgo destacado del conjunto) se imponen sobre la imprecisa trama. Hay un oscuro rito que trajo consecuencias terribles a cuatro personas. Hay figuras alucinatorias en un pasadizo frente a la cocina. Hay una silueta perseguidora que no es un chico ni un enano, sino un poco las dos cosas con los ojos y el andar de un mono grande.

Pornografía y ciencia ficción son similares, conjetura el escritor. Las dos te proporcionan consuelo y sueños. Las dos te pudren el cerebro. Se revela otro dato importante: en el baño del Merrie England Café hay un espejo que comunica con un universo paralelo, que, sin embargo, retuerce de arcadas a los de este lado.
El volumen incluye un bonus track: esbozos de magníficas críticas literarias. La selección del crítico Matías Serra Bradford cumple su cometido, deja a uno con hambre de seguir leyendo al multipremiado M. John Harrison. Quien este escribe va ahora en procura de la novela Light, viaje extravagante a las estrellas.
Guillermo Belcore
 Publicado hoy en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa.

Calificación: Bueno

2 comentarios:

Lisandro dijo...

No te pierdas la novela "El curso del Corazón", que acá edita Paprika. Tiene como base el relato "El gran dios pan" del libro que reseñaste.

También desparejo como "La invocación", pero con momentos alucinantes, es "Preparativos de viaje", que editó hace varios años Interzona. Este también es de relatos.

Un afectuoso saludo.

Lisandro

Guiasterion dijo...

Gracias Lisandro! Intentaré conseguirlo.
G.B.